Cada 13 de octubre se celebra el Día Internacional para la Reducción del Riesgo de Desastres. Esta fecha, impulsada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, insta a aumentar el grado de sensibilización en torno a las emergencias y los desastres.
En el 2025, bajo el lema “Financiar la resiliencia, no los desastres”, se busca aumentar la financiación para la reducción del riesgo de desastres, tanto mediante la cooperación internacional como a través de la inversión pública y privada, promoviendo que todas las iniciativas se basen en el riesgo y sean resilientes.
La meteorología para la mitigación de desastres
Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el papel de los servicios meteorológicos “nunca había sido tan importante”. Debido a los efectos del cambio climático, que no dejan de intensificarse, es crucial elaborar, difundir y utilizar la información meteorológica y climática para la mitigación, la adaptación y la resiliencia de la población ante el riesgo de desastres.
"En nuestro camino hacia el desarrollo sostenible, debemos esforzarnos más para convertir la climatología y la información climática en servicios prácticos, potenciar la accesibilidad de los servicios climáticos y lograr que estos se utilicen de forma más eficaz", declara la Secretaria General de la OMM, Celeste Saulo.
En este contexto, el papel de INUMET, como servicio meteorológico nacional, resulta fundamental. El instituto no solo monitorea y proporciona información meteorológica, sino que también aporta datos clave para la vigilancia de eventos adversos y el seguimiento de los efectos del cambio climático.
INUMET trabaja en coordinación con el Sistema Nacional de Emergencias (SINAE), que utiliza la información meteorológica y climática para la gestión del riesgo y la respuesta ante eventos adversos. Esta articulación interinstitucional refuerza el compromiso conjunto con la prevención, la preparación y la resiliencia de las comunidades. A través del SINAE, Uruguay se suma a la convocatoria de la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres, promoviendo una cultura de prevención y desarrollo sostenible.